Para concluir con el proceso de cata, nos adentraremos en el interior de la estructura del vino para ver los motivos por el cual podemos llegar a saborear vinos de todo tipo. El vino está constituido en un 85% por agua y como bien sabemos, el agua es incolora, inodora e irrelevante y por tanto pasa inadvertida por el paladar humano.
Es en el 15% restante donde residen los elementos que determinan el color, el olor y el sabor de un vino. En cuanto a los sabores del vino, estos son principalmente de tres tipos: dulces, ácidos y astringentes. La intensidad de estos sabores permitirán, o no, al vino tener ese equilibrio que lo diferencie de otros y lo haga único.
Los componentes principales del gusto dulce son los azúcares presentes en la uva y el alcohol que no está presente en un primer momento y su aparición es fruto de la fermentación (transformación de los azúcares por la acción de las levaduras). Los azúcares y el alcohol proporcionan al vino dulzor, suavidad y untuosidad.
En cuanto al gusto ácido, estos se encuentran principalmente durante los procesos de fermentación alcohólica y maloláctica. Entre los ácidos que podemos encontrar están el ácido tártrico, málico, láctico o el ácido cítrico. Son los encargados de darle ese punto de acidez al vino pero también le aportan golosidad y suavidad al vino.
Por último, los componentes principales del gusto astringente son los taninos los cuales aportan esa sensación de rugosidad o aspereza. Los podemos encontrar en el hollejo (piel de la uva) o también en las pepitas y colaboran muy activamente en el color, los aromas y los sabores del vino, siendo también beneficiosos en la conservación del vino.
El gusto del vino es el efecto de las relaciones entre los componentes dulces, ácidos y astringentes que se encuentran en él. Las combinaciones de estos componentes, las proporciones entre ellos y el predominio o ausencia de alguno de ellos, van a determinar el carácter final del vino.
Este vino que presento Muga Crianza 2013 que está elaborado a partir de la fusión de 4 variedades de uva (tempranito, garnacha, mazuelo y graciano), huye del cliché que persigue a esta bodega en cuanto al nivel de sus vinos más humildes. Tiene un tiempo de maduración en barrica de 24 meses más 13 meses que madura en botella.
Un Rioja clásico que a la vista se presenta con color cereza oscuro con ribetes morados. Aromas de frutos como la mora, la grosella y la vainilla mezclados con aromas tostados, cuero y roble que le imprimen un toque de elegancia. En la boca termina por convencer debido a su jugosidad unida con una más que aceptable tanicidad y un equilibrio muy conseguido. Estamos ante un vino amplio y bien estructurado, redondo.
Este vino que presento Muga Crianza 2013 que está elaborado a partir de la fusión de 4 variedades de uva (tempranito, garnacha, mazuelo y graciano), huye del cliché que persigue a esta bodega en cuanto al nivel de sus vinos más humildes. Tiene un tiempo de maduración en barrica de 24 meses más 13 meses que madura en botella.
Un Rioja clásico que a la vista se presenta con color cereza oscuro con ribetes morados. Aromas de frutos como la mora, la grosella y la vainilla mezclados con aromas tostados, cuero y roble que le imprimen un toque de elegancia. En la boca termina por convencer debido a su jugosidad unida con una más que aceptable tanicidad y un equilibrio muy conseguido. Estamos ante un vino amplio y bien estructurado, redondo.
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