Estamos en el ecuador de una temporada que no pasará a la historia por la calidad de fútbol mostrado hasta la fecha. El Real Madrid, lider de la Liga Santander 2016/17 con 2 partidos menos, tiene todo a favor para ganar un campeonato que no conquista desde hace 5 años. Sería el segundo en esta década, algo poco habitual.
En plena crisis institucional demostrada nuevamente por sus presiones para jugar un partido de Liga contra el Celta de Vigo sin pensar en la seguridad de las personas, y con Cristiano Ronaldo mas preocupado en recoger premios individuales que de jugar al fútbol, el Real Madrid no da muestras de tener un patrón de juego definido y un estilo reconocible. El récord de imbatibilidad no diluye esa carencia de fútbol.
La acción involuntaria del estamento arbitral, un tanto condescendiente con el equipo madridista este año, es a lo que se agarran en Barcelona para excusar una temporada mediocre de un equipo que parece a la deriva y que se aleja cada vez más del aquel Barcelona que maravilló al mundo. Ser finalistas de la Copa del Rey no debe satisfacer las pretensiones de un equipo en donde solo la gran temporada de un Messi en estado superlativo y el olfato goleador de Luis Suarez parecían sostener la quimera de un nuevo triplete que después del descalabro de hoy ante el PSG está totalmente descartado.
Si a todo esto le añades el hecho de que el tercero de la Liga es el Sevilla FC, auténtico animador de la Liga pero sin opciones reales de pelear el titulo, y que el Atlético de Madrid esta firmando uno de los perores campeonatos de los últimos años, volvemos a quedarnos con la cruda realidad de los 2 equipos grandes del país peleando el campeonato de liga y todavía estamos a inicios de Febrero.
Por todo lo expuesto anteriormente, después de todas las polémicas arbitrales y ridículos institucionales protagonizados por estos 2 colosos del fútbol mundial, cabe preguntarse si no seria un buen momento para que nuestro añorado Rey Don Juan Carlos se levantara y dijera nuevamente aquello de....