09 febrero 2016

No hay quinto malo

  Leo Messi fue galardonado el pasado 11 de Enero con el quinto Balón de Oro de su carrera deportiva. El premio es el resultado de los títulos cosechados durante el pasado 2015 con el Fútbol Club Barcelona: Liga, Copa de Europa, Copa del Rey, Supercopa de España y el Mundial de clubs, y a nivel de selecciones quedó subcampeón con Argentina en la Copa América disputada en tierras chilenas.

    No volveremos a ver a un futbolista de tal dimensión. Sus números personales en cuanto a goles transformados y el espectáculo al que asistimos cada vez que salta al campo hacen de Leo Messi un jugador irrepetible. Tiene una influencia en el juego de su equipo como nunca antes había visto y es más que evidente que los éxitos conseguidos por el Fútbol Club Barcelona en los últimos años son en gran medida gracias a todo lo que ha aportado este jugador.

   La evolución del fútbol de Messi desde sus inicios es evidente. Ahora es mejor futbolista, más completo, y si bien podríamos advertir una perdida en cuanto a su punta de velocidad, también es cierto que esa falta la suple con más recursos técnicos, más agilidad con el balón en los pies y una mejora apreciable de la visión del juego colectivo transformada en pases imposibles y más asistencias de gol a sus compañeros.

   Los estados de ánimo en un futbolista son fundamentales para poder rendir después dentro del terreno de juego, y este jugador es un claro ejemplo de lo que digo ya que a lo largo de todas las temporadas que lleva deleitándonos con su fútbol ha pasado por altibajos que no han pasado desapercibidos, pero en sus picos más altos hemos asistido a verdaderas exhibiciones del que a mi modesto entender es el mejor futbolista de la historia de este deporte.

   En cuanto a nuestro fútbol, la primera parte de la liga ha transcurrido dentro de los cauces previstos, los números cosechados por los equipos no deja nada resuelto y se avecina una segunda parte muy emocionante. Quizás los hechos más reseñables en estos últimos 4 meses no tienen nada que ver estrictamente con el fútbol.

   La eliminación de la Copa del Rey por alineación indebida y la sanción FIFA consistente en 2 ventanas de mercado sin poder inscribir jugadores junto con el Atlético de Madrid, son la gota que colma el vaso en cuanto al desorden que invade en los últimos tiempos al Real Madrid. Para colmo, su entrenador, Rafa Benítez, fue despedido a los 6 meses de llegar. Ahora ocupa el puesto Zinedine Zidane en un intento de huir hacia delante y con un patrón de juego similar al Barca de Guardiola.